Este blog educativo se encuentra enfocado en la orientación escolar, lo cual es un proceso dirigido a ayudar a los jóvenes a que sean capaces de resolver problemas o dificultades sobre su vida académica mediante una serie de actividades los cuales son diseñados para que guíen sabiamente a los adolescentes.
Descripción del Blog
El blog abarcara temas tales como la orientación vocacional, toma de decisiones, información profesiográfica e intereses y aptitudes; así como la importancia de cada uno de los puntos anteriores en la vida académica del adolescente, algunos factores que intervienen así como también algunos instrumentos vocacionales que servirán de apoyo para una sabia decisión.
El objetivo de este blog es servir de apoyo a los adolescentes próximos a elegir el camino de una carrera profesional , los cuales es en esta etapa en el que los jóvenes necesitan ayuda para decidir hacia dónde dirigir su vida académica, la información contenida en este blog es un apoyo para el adolescente llevándolo a tomar una correcta decisión.
Resumen: La elección inadecuada de la carrera universitaria a estudiar
es una situación que muy frecuentemente presentan los jóvenes y que constituye
uno de los principales factores que tienen como consecuencia la deserción
universitaria. La orientación profesional se ha abocado a la intervención de
este problema social, sin embargo las estrategias utilizadas no han sido lo suficientemente
efectivas para disminuir significativamente el problema. Se presenta un modelo
alternativo basado en el análisis de la secuencia de interacciones que tiene
como último eslabón el desempeño profesional exitoso. Se deriva una estrategia
de orientación profesional para elegir fundamentada mente una ocupación
profesional, así como para identificar la carrera universitaria requerida. Se
presentan dos estudios para corroborar la eficacia de dicha propuesta respecto
a la precisión en la elección del orientado.
¿Qué es la orientación profesiográfica?
La orientación
profesiográfica le permite al alumno investigar la información correspondiente
a las profesiones por las que presenta preferencia según el área que se esté
estudiando.
Gran parte de los
conflictos o confusiones de los adolescentes respecto a la elección de carrera
se debe a su carencia de información con relación a las opciones de estudio u
ocupaciones.
La información
profesiográfica tiene tanta importancia dentro del proceso de orientación
vocacional, que ningún proceso puede considerarse completo si no se incluye en
el mismo.
El suministro de
información con respecto a las carreras, ocupaciones, áreas de trabajo,
demandas de trabajo, planes de estudio, etcétera, tienen dos objetivos:
Transmitir información y
corregir las imágenes distorsionadas que pudiera tener el joven al respecto a
esa profesión.
Una de las fuentes que
origina distorsión en la información profesiográfica en el adolescente es la
valoración social de las profesiones, otras son los medios de comunicación
masiva que distorsionan y desinforman al alumno, por lo que es importante que
realices una investigación exhaustiva en fuentes confiables, sobre tu carrera
de interés.
Para proporcionar una información real sobre las
actividades profesionales, se debe conocer, en primer lugar, cuál es el objeto
con que las distintas profesiones realizan su tarea, cuál es la finalidad social
de las mismas, cuál es el papel dentro del contexto socioeconómico y cuál es la
necesidad real que tiene la comunidad respecto de esos profesionales, cuáles
son los lugares en que se realiza esa labor.
La
información debe:
Incluir
la relación entre las distintas profesiones. De esta manera se contribuye a que
los jóvenes no perciban las ocupaciones como si estuvieran separadas entre sí.
Tomar
en cuenta cómo es la enseñanza en el medio universitario, al cual el estudiante
pretende tener acceso.
Centrarse
en las carreras entendidas como medios para acceder a actividades científicas,
técnicas y profesionales:
Cuál
es la organización de las carreras, sus objetivos generales y específicos, los
ciclos que abarca; organización académica, contenidos básicos de las materias,
requisitos para el ingreso, permanencia y egreso, etcétera.
¿Sabías que existen básicamente tres tipos de
carreras?
Profesionales
Técnicas
De
servicio
Las
carreras profesionales casi siempre requieren de un grado universitario.
Por
ejemplo: Ingeniería, Medicina, Derecho, etcétera.
Las
carreras técnicas también son de carácter profesional, pero no siempre requieren
de educación universitaria. Por ejemplo: topógrafo, técnico dental, oficial de
la marina, etcétera.
Las carreras de servicio a menudo requieren de un grado
académico, pero no siempre. Estas carreras se ofrecen para quienes les gusta
trabajar con la gente. Por ejemplo: Diseñador de modas, cajero de bancos,
secretaria, locutor, etcétera.
Estrategias utilizadas en la orientación
Profesional
Partiendo de
la necesidad de brindar orientación a los estudiantes de educación media para
elegir una profesión, en la actualidad se han desarrollado diferentes
metodologías que se aplican ya sea de manera unitaria o combinada.
En una
encuesta realizada en varias preparatorias públicas y privadas, se encontró que
en nuestro medio se aplica un número limitado de estrategias de orientación.
Estos hallazgos concuerdan con las propuestas de la literatura en cuestión.
La práctica
de orientación profesional que predomina hoy en día en nuestro medio está
centrada en pruebas psicométricas por medio de las cuales se intenta medir aptitudes,
intereses y habilidades (Alonso, 2006). Partiendo de los resultados obtenidos,
se proporciona una gama de opciones entre las cuales se supone que el alumno podría
desempeñarse competitivamente. Esta manera de proceder se basa en el supuesto
de que la elección de la profesión no es un acto determinado por el sujeto,
sino que es el resultado de la correspondencia entre las aptitudes naturales
del individuo y las exigencias de la profesión, revelada por las pruebas
psicológicas (González, 2004).
Mediante la
aplicación de este tipo de prácticas de orientación, el orientado no es el que elige,
el orientador es el que “descubre” lo que es mejor para el muchacho. Lo que frecuentemente
ocurre es que los resultados confunden más al orientado por la amplitud,
diversidad y muchas veces el desconocimiento de las opciones.
La entrevista psicológica es otra práctica muy
común en la orientación profesional. Mediante la entrevista se trata de que el
estudiante confronte sus gustos y habilidades con las carreras que considera
opciones de entre las cuales elegir (Bohoslavsky, 1977). La entrevista puede
ser conducida con base en diversas orientaciones psicológicas directivas tales
como psicodinámicas, o no directivas tales como de autorrealización o de auto
actualización (González, 2004). Sin embargo, por el gran número de estudiantes que
asisten a las preparatorias y el limitado tiempo del que disponen los
orientadores, no se logra cubrir adecuadamente las necesidades de cada alumno.
Para
subsanar estas limitaciones de tiempo, comúnmente al grupo de estudiantes se le
presentan las carreras que ofrecen diversas universidades de su entorno. Esta actividad
se centra en el medio, o sea la carrera a estudiar, y no en el fin, o sea en la
actividad profesional a desempeñar en el futuro.
Los test
de orientación vocacional pueden ser de suma utilidad cuando no se tiene en
claro qué carrera estudiar
¿Qué carrera estudiar? Es sin lugar a dudas una de las interrogantes más difícil de
responder para cualquier joven. No sólo porque en esta decisión se define mucho
acerca de tu futuro, sino también porque es de lo más normal sentirse perdido
entre toda la oferta disponible e incluso desconocer tanto fortalezas como
debilidades.
Es
para esclarecer un poco esta confusión que surgen las pruebas de orientación vocacional.
Una herramienta de la psicología que a través de un método bastante objetivo,
pretende sugerir a cada individuo la carrera universitaria que mejor se adapta
a sus aspiraciones, aptitudes
e intereses.
Aunque
en ocasiones pueden ser de gran utilidad, los especialistas en orientación
profesional hacen hincapié en que los resultados de estos test no son
incuestionables, sino que su objetivo principal es delinear un perfil en base
a tus talentos y afinidades, pero nunca deben percibirse como la última palabra
en tu elección.
Agregan
también que no es la única alternativa posible e incluso para tomar la mejor
decisión es fundamental complementar los resultados con información del mercado laboral,
la opinión de tus padres o amigos, así como datos acerca de tu personalidad,
tus intereses y aspiraciones a futuro.
Un
detalle que según estos profesionales no se debe pasar por alto es la
importancia de ser totalmente
sincero al momento de hacer la prueba, dado que cuánto más se
aproximen tus respuestas a la realidad, más se adecuará a tu contexto, tus
intereses y aspiraciones la conclusión obtenida.
Para finalizar, quienes tienen
experiencia brindando este servicio, remarcan que antes de optar por un test de
orientación vocacional se debe revisar tanto la calidad como el prestigio de
la empresa que lo
ofrece, además siempre es bueno consultar la opinión de personas que lo
hicieron con anterioridad.
1.
Test de conocimientos
adquiridos: Se emplean por lo general para estimar el nivel que tiene el alumno en una materia académica concreta,
por lo que se aplican como indicador del aprendizaje previo y como índice para
predecir éxitos académicos futuros. En la educación primaria pública, lo
habitual es que los alumnos realicen diferentes tests para evaluar el vocabulario, la habilidad con el
lenguaje, la comprensión en la lectura, el cálculo numérico y la resolución de
problemas, las ciencias naturales y las sociales.
2. Test de aptitudes:
Predicen la ejecución futura en un área en la que el individuo aún no ha sido
formado. Las escuelas, compañías privadas e instituciones públicas se sirven de
ellos para asignar puestos específicos a cada candidato.
También son necesarios para la orientación vocacional. Si alguien puntúa en las
diferentes aptitudes (es decir, tiene un determinado “perfil”), como los
profesionales de un campo concreto, se puede suponer que será apropiado para
ocupar un determinado puesto de trabajo.
Algunos
cubren un amplio rango de habilidades necesarias para profesiones muy
diferentes, midiendo la capacidad de razonamiento general, la
percepción, la coordinación motora y la destreza manual. Otros se centran en un
área profesional determinada, como el arte, la ingeniería o la capacidad para
aprender idiomas.
3.
Test de inteligencia:
A diferencia de los tests de habilidades y capacidades específicas, los de
inteligencia miden la capacidad global de un individuo para
relacionarse con su entorno. Pueden ser de distintos tipos: el
de Stanford-Binet
—revisión de la escala de Binet-Simon realizada por Lewis Terman—destaca las habilidades verbales,
mientras que las escalas de
Weschler (WAIS y WISC para niños) separan en dos subescalas la inteligencia verbal de la no
verbal, cada una con su cociente intelectual específico. También
hay tests infantiles específicos que no requieren el uso del lenguaje y tests
de inteligencia diseñados para ser aplicados de forma colectiva.
Las
primeras escalas de inteligencia evaluaban la “edad mental”, nivel intelectual
del niño según el promedio de su grupo de edad; de esta forma se podía conocer
si un niño estaba situado por encima, por debajo o al mismo nivel que los
demás. Dividiendo la edad mental entre la cronológica, se obtenía una cifra (el
cociente intelectual) que, multiplicada por cien, daba la medida de la inteligencia,
método que aún hoy se emplea. La media o promedio es 100 y casi la mitad de la
población puntúa entre 90 y 110. El posible grado de error también se controla
dentro de un proceso completo de evaluación, contrastando el conjunto de
puntuaciones obtenidas en distintos tests.
4.
Test de actitudes e intereses:
Utilizados en orientación vocacional, pueden predecir los
índices de satisfacción futura en una determinada actividad.
Los cuestionarios de autoaplicación son realizados por el propio individuo, que
indica sus preferencias entre una serie de actividades profesionales. Estos
tests no pretenden predecir el éxito en una profesión
concreta, pero sí ofrecer un marco que reduzca el abanico de
posibilidades para el estudiante.
5.
Test psicométrico de personalidad:
Este tipo de tests miden el ajuste social y emocional,
y se utilizan para identificar la necesidad de ayuda psicológica.
Sus ítems describen brevemente sentimientos, actitudes y comportamientos
típicos que se agrupan posteriormente en sub escalas, cada una de las cuales
representa un estilo o rasgo de personalidad determinado, como la extraversión
o la depresión. En conjunto, estas sub escalas dibujan el perfil de la
personalidad del sujeto.
6.
Técnicas proyectivas:
Algunos tests de personalidad se basan en el fenómeno de la proyección, proceso
descrito por Sigmund Freud como la tendencia de atribuir a otros ideas o
sentimientos que uno no admite tener. Debido a su relativa falta de
estructuración, logran obtener las respuestas más personales
y significativas que orientan sobre las motivaciones profundas del individuo.
Los más conocidos son el test de Rorschach, o test de las manchas de tinta, y
el TAT. Hay otros que consisten en completar frases, asociar palabras o dibujar
(el de la figura humana —llamado “esquema corporal”—, la casa y el árbol son
los más empleados).
Aunque
la complejidad de la interpretación y el grado de subjetividad que implican los
ha hecho vulnerables a las críticas metodológicas, son difíciles de aplicar en
grandes grupos, aunque son muy útiles en psicología clínica, ya que aportan
información más relevante, aunque en ocasiones menos rigurosa, que las pruebas
psicométricas y profundizan en el análisis individual de la personalidad.
7.
Test vocacionales:
Son una serie de pruebas tendientes a indagar diversos aspectos del
sujeto para facilitar la comprensión de los intereses propios,
habilidades y aptitudes, hábitos de estudios, preferencias profesionales,
características de la persona, etc.
Sin
duda que los tests vocacionales representan una herramienta muy útil ya que te
permiten contar con una gran cantidad de información sobre muchos de los
aspectos a tener en cuenta ante tu futura elección.
Ahora
bien, es muy importante que tengas presente que el informe o resultado del test
vocacional, si bien brinda información muy valiosa, no determina la carrera que
debes escoger. Todo este conjunto de datos significativos debes integrarlo al
proceso de reflexión que vienes haciendo. Muchas personas
caen en el error de buscar en los resultados de los tests la sentencia
definitiva de su futura elección. Hay que tener presente que
estas pruebas no consideran factores tales como la realidad socio-económica y
la situación y dinámica familiar, entre otros.
Por último, recuerda que toda
evaluación psicológica de este tipo debe ser llevada a cabo por un profesional
capacitado tanto en la administración como en la interpretación de los tests
y que una entrevista para profundizar en los resultados obtenidos es
indispensable y de mucha utilidad.